martes, 2 de febrero de 2010

“Hacer empresa lo llevo en la sangre”

Creció entre motores y máquinas industriales en el negocio familiar. Alejandro Cardoza Marcelo decidió estudiar Ing. Mecánica Eléctrica en la Universidad de Piura (UDEP) para pulir aún más sus conocimientos. Es un trome en la parte mecánica –lo lleva en los genes– pero la parte eléctrica lo hacía pujar, sin embargo vio en su ‘debilidad’ una oportunidad de negocio. Hace tres años viajó a EE.UU. a hacer prácticas en una empresa de mantenimiento y regresó decidido a hacer empresa. Alejandro aún no termina la universidad –le falta un par de ciclos– pero a sus 23 años ya puso un negocio de alquiler de grupos electrógenos que sirve de complemento al negocio de su familia. ¿Quién dijo que los jóvenes no saben hacer empresa?

¿Metías la mano en el negocio familiar?
Claro. Desde pequeño ayudaba a mi padre por eso es que de mecánica sé bastante. Lo que sí la parte eléctrica siempre me ha resultado un tanto complicada en mi carrera. Tanto así que a partir de eso decidí ponerla más en práctica para así perfeccionarme y superar esa barrera.

¿Y como así llegó a gustarte y hasta ser la fuente de tu empresa?
Me gustan los retos. Todo comenzó en un querer aprender. Mis ganas empezaron desde ahí. Y a la vez se presentaron varias oportunidades. Continuamente llegaban a la empresa de mi padre a preguntar si nosotros alquilábamos grupos electrógenos. Hablando con los interesados me decían que encontrar los equipos era muy difícil y comprarlos no les era rentable, por lo tanto, todo esto despertó en mí el propósito de hacer empresa, alquilando grupos electrógenos. Le hice un comentario a una tía y ella me ayudó a hacer un estudio de mercado. Ella me encaminó para ver si es que este era un negocio rentable o no.

¿Qué encontraste en ese estudio de mercado?
Encontré que son pocas las empresas que se dedican a este rubro y la demanda es bastante fuerte en alquileres de equipos electrógenos. Lo que resultó ser un negocio muy provechoso para mí.

¿Cuál es tu propuesta?
Yo ofrezco grupos electrógenos de calidad, que satisfagan con eficiencia al sector al cual nos dirigimos. Para ello las máquinas cuentan con un mantenimiento preventivo.

¿Cuáles son las condiciones de trabajo con tus clientes?
Yo lo que exijo, cuando hago un contrato de alquiler, es el pago del tiempo por el cual se alquiló el grupo y un contrato firmado en una notaría, con condiciones de uso.

¿Cuántos grupos electrógenos tienes?
Yo me dediqué a ensamblar el primer grupo electrógeno de 30 kilowatts.
Ahora tengo 4, uno de 30 kilowatts (el más pequeño que tengo), otro de 50 kilowatts, 90 kw y el último de 100 kilowatts. Hay un gran avance.

CON LOS GRANDES

¿Eres consciente que compites con grandes?
Hacemos lo mismo y eso conlleva a una gran responsabilidad. Aunque recién estoy comenzando, estoy seguro que con mucho esfuerzo y empeño con el tiempo diversificaré mi oferta a un sector tan masivo como el de ellos.

A los 23 años muchos estarán pensando solo en ir a la discoteca y todavía no en hacer empresa como tú lo estás haciendo…
Yo también lo hago, me doy tiempo para todo. Este es un negocio que lo elegí porque lo puedo llevar a la par con la universidad. Tiempo disponible tengo de sobra. Si me hubiera metido en otra clase de negocio como un restaurante o algo así, no me hubiera permitido avanzar con mis estudios.

¿A qué te proyectas?
Lo que yo quiero es hacer empresa. Me proyecto a ya no solamente alquilar grupos electrógenos, sino otro tipo de máquinas como comprensores, maquinas para construcción civil. Un negocio más completo que sé que lo voy a lograr hacer.

"Lo más fuerte, en mi poca experiencia es la parte de la
agroindustria. Justo en esta temporada de cosecha es donde más se mueve el
negocio"

TIPS DEL EMPRESARIO
- Hacer un estudio de mercado (en base a él está el éxito o fracaso de tu empresa).
- Conocer del tema.
- Pedir consejos a gente que sepa del tema.
- Ser paciente y minucioso.

LA FICHA
NOMBRE: Javier Alejandro Cardoza Marcelo
EDAD: 23 años
OCUPACIÓN: Estudiante del VIII ciclo Ing. Mecánica Eléctrica
EMPRESA: A.C. Grupos Electrógenos
DIRECCIÓN: Av. Progreso 1410 – Castilla
TELÉFONO: 969193140, Nextel: 406*3433, 353382

martes, 26 de enero de 2010

“Empezamos desde muy abajo”

Los piuranos cambiamos el menú – dejamos de comer siempre pollo a la brasa o pavo con tallarines y chifles – gracias a ellos. Cuando Patricia de Navarro y su esposo dejaron el negocio de vender pizzas que tenían en la carretera al sur de Lima y se vinieron a vivir a Piura, cargaron consigo la idea del mismo negocio.
Hace más de 10 años en el garaje de su casa y con un pequeño horno, empezaron a preparar ese plato típico de la cocina italiana, pero con sabor norteño y a un precio realmente de locos.
“La tajada de pizza la vendíamos a S/. 1. La percepción de la gente era: ¿una pizza a S/. 1, una ‘luca’, estás loco?” cuenta Patricia de quien nació la idea del nombre y slogan del negocio: “No somos locos, somos Lucas”.
Sin embargo la falta de capital para ampliar el negocio la llevó a dedicarse solamente al hogar y abandonar temporalmente la idea. Hasta que conoció a Ximena de Zust y a su esposo, quienes pronto se convertirían en su mano derecha.
La misma religión que ambas profesan las hizo amigas y la pasión por las pizzas las hizo socias. Patricia le comentó a Ximena su innovadora idea que llevaba una temporada “dormida” y los Zust decidieron invertir.
“Empezamos con muy poco, creo que fue un capital de S/. 2 mil soles o algo así. Realmente hemos empezado desde abajo. Teníamos solo un horno, algo bien rústico”, cuenta Patricia.
Ximena estudió Educación y tras ejercer un tiempo abandonó su carrera porque su verdadera vocación siempre fueron los negocios y vio en los Navarro la mejor manera de hacer lo que siempre quiso.
“Nos llevamos muy bien como parejas, y salimos adelante para captar más público cada día. Mi esposo me apoyó con algo de dinero y así nos juntamos”, recuerda Ximena.

Captar clientes
La pizzería “Don Lucas Pizza” nació en la Urb. Clark y gracias a la sociedad formada por ambas familias pasaron a alquilar locales en la calle Ica y Huancavelica en donde empezaron a captar clientes.
“Ahora tenemos dos locales, uno en la calle Callao y otro en la Av. Guardia Civil en Miraflores en donde nos va muy bien. Ahora ya no vendemos pizzas a luca, porque los precios subieron. Ahora nos dicen 2 lucas”, señala Patricia quien ha proyectado que la empresa crezca este año.

SEGUIR CRECIENDO
El anuncio de la llegada de los mall’s (centros comerciales) a Piura el año 2010 y la demanda que han tenido, ha despertado en estas socias el interés de incursionar y competir con reconocidas marcas instauradas desde hace muchos años en el mercado de las pizzas. Por ello, buscarán alquilar un local amplio que les permita imponer su propia marca.
“Nosotros sabíamos que esto tenía futuro, por eso hemos perseverado porque otros ya hubiesen tirado la toalla pues el piurano no sale de su Pavo con tallarines y chifles o su pollo a la brasa. Nosotros somos una alternativa para comer fuera de la casa”, rescata Patricia.

Su propia identidad
Patricia y Ximena son conscientes que los locales de venta de pizzas se han extendido en toda la ciudad y por ello han trabajado mucho para que “Don Pizza Lucas” tenga su propia identidad.
“Somos un negocio más ‘Fast food’ (comida rápida). Además nosotros no usamos masas precocidas como lo hacen otros negocios, nuestra pizza es más artesanal. Es como si te comieras un pan del día” recalcan estas dos emprendedoras nacidas en Lima pero cuyos esposos tienen raíces piuranas.

“Es importante la perseverancia y el tiempo nos ha dado la razón. Para
adelante juntas siempre. Es difícil hacer una sociedad cuando hay
desconfianza”
LA FICHA
NOMBRES: Patricia de Navarro y Ximena de Zust
EDAD: 42 y 39 años.
HIJOS: Ambas tienen 2 hijos
PROFESIÓN: Patricia es Administradora de empresas y Ximena es Profesora
NEGOCIO: Dirección: Calle Callao 343 y Av. Guardia Civil 430 Miraflores.
PRECIOS: Pizza grande: S/. 15 y pizza familiar: S/. 20

jueves, 21 de enero de 2010

El peluquero de la Policía

Descubrir la gracia de las tijeras en alguna cabellera, era algo que tarde o temprano iba a ocurrir. Su padre fue peluquero y él le siguió los pasos. Don Orlando Navarro Ipanaqué lleva 30 años dedicándose a este noble oficio y 25 de ellos los ha dedicado exclusivamente a ‘tajarles’ la cabeza a Generales, Comandantes, Coroneles, Oficiales y hasta los subalternos de la Policía Nacional del Perú (PNP). Tenía 29 años cuando asumió el reto y hoy a sus 56 años continúa visitando todas las unidades de la PNP para atender a sus amigos: los policías. Esta institución lo condecoró con la Orden al Mérito en el grado de Caballero por su trayectoria.

¿Hace cuantos años que se dedica a la peluquería?
Yo llevo más de 30 años como peluquero. Comencé a trabajar en la Av. Ramón Castilla con el señor Arámbulo Silupú. Como se cayó el Puente Viejo (en el año 1998), pasé a trabajar al centro de Piura con los hermanos Martínez, que tenían su peluquería ubicada en la calle Loreto 670, donde ahora queda la Colonia China.

¿Cuántos años tenía usted cuando empezó a cortar el pelo?
Y tenía 29 años más o menos, o 30, no recuerdo. Era joven aún pero tenía muchas ganas de aprender.

¿Por qué le nació el negocio…?
Mi viejo ha sido peluquero. Cuando trabajé con los Martínez conocí al senador Romero Sánchez el año 1983 y él me apoyó para ir a trabajar a la Policía, antes conocida como ex Guardia Civil.

¿Cuantos años han pasado y usted sigue trabajando para la Policía?
Ya llevo trabajando hasta la actualidad. Ya llevo 25 años, 2 meses y 7 días cortándoles el pelo a los policías. Comencé a trabajar con la Policía Nacional el 1 de noviembre de 1984.

¿A quiénes les ha cortado usted el pelo?
Les he cortado a varios generales, oficiales, personal subalterno e incluso hasta las últimas promociones de la Escuela de la Policía de La Unión. Desde el 1984 ¡uffff! a cuántos Generales le habré cortado el pelo. Recuerdo que al General, don Eusebio Félix Murga (ex jefe de la I Dirterpol de Piura y ex jefe de la Dirincri en Lima), hasta el año pasado todavía venía para que yo le corte el pelo pero lo cambiaron a otra Unidad.

¿Me imagino que así como en las peluquerías donde van las damas y cuentan sus chismes, también ocurre con la Policía, o no?
Claro, también, (se ríe). En la Policía también hay sus chismes, me cuentan sus problemas, pero eso queda en mí. Aquí es pura chacota con estos bandidos puros palomillas.

¿Cuál es su rutina con la Policía?
Yo recorro un día en cada Unidad de la policía. Un día voy a la Comisaría de Piura, un día voy a la Comisaría de Castilla, otro día voy a la Comisaría en El Indio, otro día a la Unidad de Servicios Especiales (USE), otro Radio Patrullas, tengo ya mis horarios. Trabajo de lunes a viernes y los sábados ya estoy en mi peluquería.

¿En todos estos años, me imagino que ha aprendido a querer a la Policía?
Claro que si, he aprendido a respetar a la Policía, todos son mis amigos, tanto jefes como subalternos. Nunca he hecho ninguna distinción cuando les he cortado el cabello. Desde el general, comandante, coroneles, han pasado por mis tijeras y yo los he tratado a todos por igual.

¿Se siente parte de la institución?
(Don Navarro piensa antes de contestar) Si, ya me he adaptado a ellos. Son 25 años con ellos, ¡imagínese! Ya me quedan solo 5 años de bajada (risas).

Hasta lo han condecorado… ¿Cómo se sintió?
Si. Recibí un reconocimiento por mis 20 años de servicio, me entregaron una medalla (presea de la Orden al Mérito de la PNP en el grado de Caballero) y por los 25 años de servicio me han dado un diploma. Se siente una satisfacción bien grande, porque me gané ese reconocimiento gracias a mi esfuerzo constante de trabajar con ellos. A cualquiera no le dan ese reconocimiento, solo a los que somos cumplidos. Si le dieran a todos, faltaría plata (risas).

Negocio sin “herederos”

¿Qué satisfacciones le ha dado este negocio?
Gracias a este negocio mis 3 hijos son técnicos, dos en Computación en Informática y uno Electrónico. No han querido ir a la universidad, es su gusto de ellos.

¿Y ellos han aprendido con usted el negocio?
No, a ninguno le interesó, no quieren aprender (risas). Pero no es problema para mí, cada uno decide su futuro, yo no me meto.

¿Y quién va a heredar su peluquería?
Quien será pues. Quizás mis hijos pero como no le gusta, quizás se pierda el negocio (…) Ya quedamos pocos peluqueros de antaño. Los de ahora ya no usan máquina, sino puras tijeras, ahora se llaman “Unisex” o “Spas”, pero la versión de la peluquería como la mía ya no quedan. Ahora, por ejemplo ya no usan los pulverizadores o estos sillones.
"La peluquería es una profesión. Gracias a ella he podido salir
adelante y nunca ha faltado el pan de cada día"


LA FICHA
NOMBRE: Orlando Navarro Ipanaqué
EDAD: 56 años
HIJOS: 3
NIETOS: “1 nietecito varón”
CARGO: Peluquero oficial de la Policía Nacional del Perú