martes, 26 de enero de 2010

“Empezamos desde muy abajo”

Los piuranos cambiamos el menú – dejamos de comer siempre pollo a la brasa o pavo con tallarines y chifles – gracias a ellos. Cuando Patricia de Navarro y su esposo dejaron el negocio de vender pizzas que tenían en la carretera al sur de Lima y se vinieron a vivir a Piura, cargaron consigo la idea del mismo negocio.
Hace más de 10 años en el garaje de su casa y con un pequeño horno, empezaron a preparar ese plato típico de la cocina italiana, pero con sabor norteño y a un precio realmente de locos.
“La tajada de pizza la vendíamos a S/. 1. La percepción de la gente era: ¿una pizza a S/. 1, una ‘luca’, estás loco?” cuenta Patricia de quien nació la idea del nombre y slogan del negocio: “No somos locos, somos Lucas”.
Sin embargo la falta de capital para ampliar el negocio la llevó a dedicarse solamente al hogar y abandonar temporalmente la idea. Hasta que conoció a Ximena de Zust y a su esposo, quienes pronto se convertirían en su mano derecha.
La misma religión que ambas profesan las hizo amigas y la pasión por las pizzas las hizo socias. Patricia le comentó a Ximena su innovadora idea que llevaba una temporada “dormida” y los Zust decidieron invertir.
“Empezamos con muy poco, creo que fue un capital de S/. 2 mil soles o algo así. Realmente hemos empezado desde abajo. Teníamos solo un horno, algo bien rústico”, cuenta Patricia.
Ximena estudió Educación y tras ejercer un tiempo abandonó su carrera porque su verdadera vocación siempre fueron los negocios y vio en los Navarro la mejor manera de hacer lo que siempre quiso.
“Nos llevamos muy bien como parejas, y salimos adelante para captar más público cada día. Mi esposo me apoyó con algo de dinero y así nos juntamos”, recuerda Ximena.

Captar clientes
La pizzería “Don Lucas Pizza” nació en la Urb. Clark y gracias a la sociedad formada por ambas familias pasaron a alquilar locales en la calle Ica y Huancavelica en donde empezaron a captar clientes.
“Ahora tenemos dos locales, uno en la calle Callao y otro en la Av. Guardia Civil en Miraflores en donde nos va muy bien. Ahora ya no vendemos pizzas a luca, porque los precios subieron. Ahora nos dicen 2 lucas”, señala Patricia quien ha proyectado que la empresa crezca este año.

SEGUIR CRECIENDO
El anuncio de la llegada de los mall’s (centros comerciales) a Piura el año 2010 y la demanda que han tenido, ha despertado en estas socias el interés de incursionar y competir con reconocidas marcas instauradas desde hace muchos años en el mercado de las pizzas. Por ello, buscarán alquilar un local amplio que les permita imponer su propia marca.
“Nosotros sabíamos que esto tenía futuro, por eso hemos perseverado porque otros ya hubiesen tirado la toalla pues el piurano no sale de su Pavo con tallarines y chifles o su pollo a la brasa. Nosotros somos una alternativa para comer fuera de la casa”, rescata Patricia.

Su propia identidad
Patricia y Ximena son conscientes que los locales de venta de pizzas se han extendido en toda la ciudad y por ello han trabajado mucho para que “Don Pizza Lucas” tenga su propia identidad.
“Somos un negocio más ‘Fast food’ (comida rápida). Además nosotros no usamos masas precocidas como lo hacen otros negocios, nuestra pizza es más artesanal. Es como si te comieras un pan del día” recalcan estas dos emprendedoras nacidas en Lima pero cuyos esposos tienen raíces piuranas.

“Es importante la perseverancia y el tiempo nos ha dado la razón. Para
adelante juntas siempre. Es difícil hacer una sociedad cuando hay
desconfianza”
LA FICHA
NOMBRES: Patricia de Navarro y Ximena de Zust
EDAD: 42 y 39 años.
HIJOS: Ambas tienen 2 hijos
PROFESIÓN: Patricia es Administradora de empresas y Ximena es Profesora
NEGOCIO: Dirección: Calle Callao 343 y Av. Guardia Civil 430 Miraflores.
PRECIOS: Pizza grande: S/. 15 y pizza familiar: S/. 20

jueves, 21 de enero de 2010

El peluquero de la Policía

Descubrir la gracia de las tijeras en alguna cabellera, era algo que tarde o temprano iba a ocurrir. Su padre fue peluquero y él le siguió los pasos. Don Orlando Navarro Ipanaqué lleva 30 años dedicándose a este noble oficio y 25 de ellos los ha dedicado exclusivamente a ‘tajarles’ la cabeza a Generales, Comandantes, Coroneles, Oficiales y hasta los subalternos de la Policía Nacional del Perú (PNP). Tenía 29 años cuando asumió el reto y hoy a sus 56 años continúa visitando todas las unidades de la PNP para atender a sus amigos: los policías. Esta institución lo condecoró con la Orden al Mérito en el grado de Caballero por su trayectoria.

¿Hace cuantos años que se dedica a la peluquería?
Yo llevo más de 30 años como peluquero. Comencé a trabajar en la Av. Ramón Castilla con el señor Arámbulo Silupú. Como se cayó el Puente Viejo (en el año 1998), pasé a trabajar al centro de Piura con los hermanos Martínez, que tenían su peluquería ubicada en la calle Loreto 670, donde ahora queda la Colonia China.

¿Cuántos años tenía usted cuando empezó a cortar el pelo?
Y tenía 29 años más o menos, o 30, no recuerdo. Era joven aún pero tenía muchas ganas de aprender.

¿Por qué le nació el negocio…?
Mi viejo ha sido peluquero. Cuando trabajé con los Martínez conocí al senador Romero Sánchez el año 1983 y él me apoyó para ir a trabajar a la Policía, antes conocida como ex Guardia Civil.

¿Cuantos años han pasado y usted sigue trabajando para la Policía?
Ya llevo trabajando hasta la actualidad. Ya llevo 25 años, 2 meses y 7 días cortándoles el pelo a los policías. Comencé a trabajar con la Policía Nacional el 1 de noviembre de 1984.

¿A quiénes les ha cortado usted el pelo?
Les he cortado a varios generales, oficiales, personal subalterno e incluso hasta las últimas promociones de la Escuela de la Policía de La Unión. Desde el 1984 ¡uffff! a cuántos Generales le habré cortado el pelo. Recuerdo que al General, don Eusebio Félix Murga (ex jefe de la I Dirterpol de Piura y ex jefe de la Dirincri en Lima), hasta el año pasado todavía venía para que yo le corte el pelo pero lo cambiaron a otra Unidad.

¿Me imagino que así como en las peluquerías donde van las damas y cuentan sus chismes, también ocurre con la Policía, o no?
Claro, también, (se ríe). En la Policía también hay sus chismes, me cuentan sus problemas, pero eso queda en mí. Aquí es pura chacota con estos bandidos puros palomillas.

¿Cuál es su rutina con la Policía?
Yo recorro un día en cada Unidad de la policía. Un día voy a la Comisaría de Piura, un día voy a la Comisaría de Castilla, otro día voy a la Comisaría en El Indio, otro día a la Unidad de Servicios Especiales (USE), otro Radio Patrullas, tengo ya mis horarios. Trabajo de lunes a viernes y los sábados ya estoy en mi peluquería.

¿En todos estos años, me imagino que ha aprendido a querer a la Policía?
Claro que si, he aprendido a respetar a la Policía, todos son mis amigos, tanto jefes como subalternos. Nunca he hecho ninguna distinción cuando les he cortado el cabello. Desde el general, comandante, coroneles, han pasado por mis tijeras y yo los he tratado a todos por igual.

¿Se siente parte de la institución?
(Don Navarro piensa antes de contestar) Si, ya me he adaptado a ellos. Son 25 años con ellos, ¡imagínese! Ya me quedan solo 5 años de bajada (risas).

Hasta lo han condecorado… ¿Cómo se sintió?
Si. Recibí un reconocimiento por mis 20 años de servicio, me entregaron una medalla (presea de la Orden al Mérito de la PNP en el grado de Caballero) y por los 25 años de servicio me han dado un diploma. Se siente una satisfacción bien grande, porque me gané ese reconocimiento gracias a mi esfuerzo constante de trabajar con ellos. A cualquiera no le dan ese reconocimiento, solo a los que somos cumplidos. Si le dieran a todos, faltaría plata (risas).

Negocio sin “herederos”

¿Qué satisfacciones le ha dado este negocio?
Gracias a este negocio mis 3 hijos son técnicos, dos en Computación en Informática y uno Electrónico. No han querido ir a la universidad, es su gusto de ellos.

¿Y ellos han aprendido con usted el negocio?
No, a ninguno le interesó, no quieren aprender (risas). Pero no es problema para mí, cada uno decide su futuro, yo no me meto.

¿Y quién va a heredar su peluquería?
Quien será pues. Quizás mis hijos pero como no le gusta, quizás se pierda el negocio (…) Ya quedamos pocos peluqueros de antaño. Los de ahora ya no usan máquina, sino puras tijeras, ahora se llaman “Unisex” o “Spas”, pero la versión de la peluquería como la mía ya no quedan. Ahora, por ejemplo ya no usan los pulverizadores o estos sillones.
"La peluquería es una profesión. Gracias a ella he podido salir
adelante y nunca ha faltado el pan de cada día"


LA FICHA
NOMBRE: Orlando Navarro Ipanaqué
EDAD: 56 años
HIJOS: 3
NIETOS: “1 nietecito varón”
CARGO: Peluquero oficial de la Policía Nacional del Perú