miércoles, 27 de mayo de 2009

Sus tijeras ‘trasquilaron’ la pobreza

Quedó huérfana a los 12 años. Era la mayor de 14 hermanos. La precaria economía de su familia fue el primer obstáculo que se le presentó para poder estudiar aquello que la apasionaba: la cosmetología. Vendió tamales, ayudó en la venta de comida de su madre, pero Carmen Rosa Herrera Calderón nunca dejó de soñar.
Ya casada con un policía, vio en él el mejor apoyo para hacer realidad aquel sueño que tenía. Se puso a estudiar, empezó a trabajar y años más tarde las tijeras de Carmen Rosa ‘trasquilaron’ la pobreza. ‘Glamour Spá’, así bautizó a sus salones de belleza.

¿Como era doña Carmen cuando era niña… peinaba a sus muñecas?
Si, claro que si. Me gustaba, pero la profesión la aprendí cuando ya estaba casada, siempre me gustó la cosmetología, pero por falta de recursos… quedé huérfana de papá a los 12 años, así que jamás me pudieron dar la oportunidad de poder estudiar. Me casé con una persona muy buena, así que le dije a mi esposo: ‘oye, a mi siempre me ha gustado cortar cabello, que te parece si trabajo para poder apoyar’.

Se puso a estudiar cuando ya estaba casada

Me puse a estudiar a los 25 años, en eso del Partido Aprista (nos aclara que no es aprista). La profesora me preguntaba: ‘oye ya haz cortado antes’, y yo le decía que no: ‘lo que pasa es que me gusta’. Me iba a estudiar con mi pequeño de unos dos meses de nacido. A los 17 años tuve a mi primer hijo, a los 28 años ya tenía 5 hijos… así que vi la necesidad de apoyar a mi esposo porque con un sueldo de policía no alcanzaba.

¿Él la apoyaba?
Vivíamos en la Urb. Los Titanes. Él me acompañaba, me iba y me dejaba en las clases. Yo me iba con mi bebé en un canguro a trabajar, a buscar a la Plaza de Armas a niños que lustraban zapatos para poder cortar porque no tenía modelos para las prácticas. La profesora me decía que llevemos (a modelos) con cabello onduladito para que si los trasquilábamos… (risas) Los niños eran del Bajo Piura y tenían los cabellos recontra lacios, pero qué iba a hacer

Le fue difícil tener que llevar a sus hijos a estudiar y trabajar…
El anhelo de querer estudiar, de querer aprender, hacía que yo les de propinas a esos niños porque me decían que iban a perder su día de trabajo para que yo les corte el pelo. Cuando ya me tocaba trabajar me ponía a mi hijo atrás, en el canguro y yo cortaba, no tenía con quien dejar a mis hijos.

¿Cuándo abrió su primera peluquería?
Yo abrí la primera peluquería en Los Titanes, en un costadito de mi casa. Mi esposo me dio la cochera. Él mismo de un corralito de mis hijos, le sacó las redecillas y le puso un tripley, un plástico encima y pusimos un espejito. Yo nunca trabajé para nadie.

Ese fue su primer paso al éxito
Yo ahí hacía mis primeros trabajos. Mi esposo de a poquitos me fue comprando mi líquido de ondulación, mi tijerita que de repente era de S/ 1.00 y ahora corto con una de $120 (risas). Así le pongo de ejemplo a mis alumnos, que se empieza con un poquito, pero de ahí uno va invirtiendo.

¿Cuánto tiempo tuvo su peluquería?
Yo he estado con mi peluquería, hasta el año 1987 más o menos.

¿Todo lo que ganaba lo volvía a invertir?
Fíjese que yo ahorraba, hice un préstamo y lo invertí en mi casa y con mi trabajo yo pagaba ese préstamo y mi esposo veía que era rentable, que yo apoyaba en la casa, porque incluso mandaba a mis hijos al colegio y no tenía una persona que me ayudara. Yo cocinaba rapidísimo y mientras dejaba una ondulación yo estaba yendo a freír una carne para que mis hijos vayan al colegio.

Qué difícil…
Vengo de bien abajo, vengo de una familia tan pobre que yo tenía que salir a vender tamales. Yo me avergüenzo de decirlo. Mi madre nos enseñó a trabajar fuerte, a ganarnos dignamente cada sol. Y todo lo que usted ve es porque me ha costado.

Ahora ya tiene 3 Spá…
Hemos tenido 3, lo que pasa es que por querer hacer este más grande (‘Glamour Spá 2’ Av. Vice 238) hemos querido unificar dos para darle más fuerza.

ENSEÑAS LO QUE APRENDES
Ahora usted da clases de cosmetología
He enseñado 7 años en la UNP, en unos cursos talleres de proyección a la comunidad. Pero renuncié porque me quise dedicar a lo mío, me acaparaba mucho tiempo, la gente me buscaba y no me encontraba, encontraban a mi hija que recién estaba iniciándose.

Se identifica con la gente humilde ¿Qué quiere hacer por ellos?
Nuestra idea ahora es ayudar a la gente humilde. Estoy buscando sacar una resolución para poder sacar un Centro de Educación Ocupacional (CEO) en la Av. Grau, para enseñar a gente pobre. He estudiado Podología en Lima, todo para poder enseñar mejor, he ido a atender a ancianos…

LA FICHA
NOMBRE: Carmen Rosa Herrera Calderón
EDAD: 51 años, “recién los he cumplido”
ESTADO CIVIL: Casada
HIJOS: 5 “todos profesionales, dos son Ing. informáticos, una es músico profesional, una es cosmiatra y uno Ing. de Telecomunicaciones”.
CARGO: Gerente General de ‘Glamour Spá’ (Av. Vice 238 – Av. Grau 1307)

miércoles, 13 de mayo de 2009

“Mi gran vicio es el trabajo”

Era un escolar cuando José Luis Calle Amayo aprendió a hacer llaveritos de madera grabados con nombres, que luego vendía entre sus compañeros de aula. Años más tarde trabajó alquilando luces sicodélicas para fiestas y también se dedicó al reparto de carnes a domicilio.
Su pasión siempre fueron los negocios, pero dicen que para superarse hay que estudiar (que gran mentira) y por eso puso a dormir esa capacidad de negociante que tenía y aprendió mecánica en el Senati.
Hasta hace 4 años estuvo trabajando como técnico de mecánica en una empresa piurana de hilados de algodón, pero un buen día a José Luis se le presentó la oportunidad de despertar ese lado emprendedor y renunció a su trabajo para – de la mano de su esposa Karla Bárcena Sosa – abrir una de las cadenas más grandes de restaurantes en Piura: ‘Don Parce’. José Luis es un todo terreno.

¿Cuándo abrió por primera vez Don Parce?
Empezamos esto hace 4 años y medio. Yo soy técnico mecánico de profesión, es algo contradictorio ¿no?, pero en realidad yo a veces me sorprendo con lo que se ha llegado a obtener con este negocio. Yo trabajé regular tiempo en una empresa piurana de hilados de algodón, Textil Piura, como técnico.

¿Cómo se presentó la oportunidad?
Nosotros el primer local lo adquirimos por una prima que tenía un ‘Don Parce’ en la calle Ayacucho. Pero sólo lo tuvo dos meses, porque le salió su Visa para irse a vivir a EEUU y nos comentó del traspaso del restaurante. Nosotros lo evaluamos, lo pensamos. Nuestra primera inversión fue algo de 9 mil soles.

¿Qué alcanzó para eso?
Para la compra del mobiliario, porque los locales son alquilados. No he tenido la oportunidad de invertir en un local propio. En el de la (calle) Ayacucho hicimos traspaso de contrato y el traspaso de las cosas si me costó.

¿Mientras usted trabajaba en la Textil, también lo hacía en el local?
No. Mi prima me planteó venderme el negocio la primera quincena de noviembre, pero en diciembre que salí de vacaciones en mi trabajo le dije: ‘te lo compro’. Yo tenía que regresar a trabajar el 2 de enero, pero sólo regresé a presentar mi carta de renuncia.

Le traspasó también el nombre….
El nombre me trajo mucha suerte, ‘Don Parce’ fue un hacendado un parcelero muy conocido en Piura que tenía su parcela de arroz. Don Parcemón Ruesta era muy conocido. Tuve la oportunidad de conocerlo. Entonces mi prima – que en realidad era prima de mi esposa – me dijo ‘sabes qué José Luis, puedes seguir usando el nombre de mi papá’ y actualmente lo tenemos patentado.

¿Fue fácil iniciar en un negocio en donde no tenían experiencia?
Nosotros hemos empezado desde abajo. Cuando empezamos en la (calle) Ayacucho, fue con mucho sacrificio. Cuando hacíamos el frito los domingos teníamos que estar aquí a las 4 de la mañana. Yo iba al mercado todos los días a las 3 de la mañana. ¡Claro, vendíamos poco: 10, 15 menús! y lógicamente eso fue creciendo. Mi suegra era la que cocinaba, yo era mozo. ¡Bien matador! El tema del restaurante es un tema de mucho respeto.

Hay ‘Don Parce Desayunos’, hay ‘Don Parce Criollo’, hay ‘Don Parce Al paso’… ¿Por qué segmentar el restaurante…?
Eso se debe a los tipos de clientes que se manejan, tenemos clientes por zonas. Por ejemplo en el de la calle Ayacucho (Don Parce Café) se especializó en el menú. La cena, en donde estamos (calle Tacna, Don Parce Restaurant) vimos que es más adecuada para captar clientela de menú para oficinistas, bancarios, gente de la Municipalidad, de tiendas comerciales, y al costado tenemos a ‘Don Parce Al paso’ (…) Nos metimos de lleno en lo que es publicidad y en imagen. Yo soy muy perfeccionista, muy detallista, todo lo que ves aquí, los detalles, la mayoría de las ideas son mías.

La decoración de los locales se mezcla un poco el pasado y la modernidad
Particularmente me gusta y segundo la casa se presta para ese caso. Yo me amoldo a donde yo llego. Si yo alquilo más adelante una casa más moderna, me tendré que amoldar a la casa para poder decorarla. Porque si invierto en cambiarle la imagen a la casa, voy a gastar mucho dinero en inversión para poder cambiarla.

‘Don Parce internacional’

Hace poco inauguraron ‘Don Parce Criollo’…
Eso fue antes el (restaurante) “Señor Limón”. Los dueños decidieron venderlo y nosotros hicimos una inversión muy fuerte. Ahora ya está cogiendo clientela, nosotros le cambiamos todo, porque ese local estilaba presentar peñas, con cantantes, bailarinas, y particularmente no me gusta tomar. El que menos me dice ‘oye no tomas nada’, pero el único vicio que tengo es el trabajo…Desde que me levanto hasta que me acuesto estoy trabajando. Yo no tengo vacaciones hace 4 años, sólo viajo a Lima para comprar mi menaje, cosas para el restaurante y el estar en el bus para mi es un descanso…

¿Cómo se proyecta dentro de unos años?
Bueno, tengo un proyecto muy bueno. Hemos adquirido un terreno de 16 mil m2 y estamos proyectándonos a poner ahí una hacienda. Sería un complejo recreacional y va a tener hospedaje, discotecas, piscinas. Se va a empezar por etapas y el proyecto lo está evaluando el banco. (…) Tenía pensado este año estar en Miami con un ‘Don Parce’ pero se presentó la crisis mundial, pero la idea sigue en mente.


  • “Que el empresario ofrece un extra como el aire acondicionado, un buen mobiliario, buen menaje, buenos cuadros, no quiere decir que el cliente se va a ver afectado en los precios”

LA FICHA


NOMBRE: José Luis Calle Amayo
EDAD: 33 años
CARGO: Gerente general de restaurante “Don Parce”
ESTADO CIVIL: Casado con Karla Bárcena Sosa “es mi mano derecha”
HIJOS: 2

viernes, 8 de mayo de 2009

“Yo me tomo todos los riesgos”

Ella se define como una mujer que no le tiene miedo a apostarle a la vida. “Yo me tomo todos los riesgos, nunca le he tenido miedo a nada, no me pongo peros”, dice con convicción Mónica Sebastiani Vargas, la misma convicción que tuvo cuando un buen día decidió destruir por completo su casa para levantar un hotel personalizado.
Mónica es la propietaria de un nuevo e innovador albergue en Piura al que ha denominado “Mango Verde” bed and breakfast cuyas 13 habitaciones están ambientadas con detalles de 4 países diferentes (Perú, Brasil, México y La India). Mónica lo arriesgó todo.

Esta ha sido su casa, ¿como nació la idea de abrir un hotel?
Yo en un momento tuve un pensionado, sabe Dios porque se me ocurrió la idea de convertirlo en un hotelito, algo simpático. Veo que los hoteles en Piura son muy impersonales, no dicen mucho y hay tanta calidez en Piura para dar que pensé que era una súper buena oportunidad de plasmar mi idea.

¿Siempre tuvo la idea de poner un hotel?
Sinceramente no, pero siempre me ha encantado la gente, ser amable. Desde el 2007 nació la idea pero en noviembre del año pasado inicié la construcción. Me puse en contacto con Horts (Brunner, gerente administrativo de “Mango Verde”) que estaba en Alemania, entonces le dije ‘quiero hacer un hotel’.

Los hoteles que usted visitaba como eran, que era lo que le faltaban
Tremendamente fríos, eran un hotel más, sin sentir el calor de la casa, eso es justamente lo que pretendemos, dar calor de casa.

La idea de un hotel temático, hay habitaciones de Perú, Brasil, La India… ¿de donde nació?
Empezando el hotel se llama Mango Verde, tú sabes que es una costumbre de lo más piurana comer mango verde. ¿Quién no se ha comido un mango verde a escondidas?

Y con sal…
Y con sal, y hasta les ha dolido el estómago (risas). Entonces pensé en 4 países donde hay mangos y salió Piura, Perú definitivamente porque es la tierra del mango, Brasil, México y todo África, La India.

Hay muestras de países en los cuartos

En las cabeceras de la cama es la manera más obvia de darte cuenta qué país está representando algo. La idea es llevar a los huéspedes imaginariamente a otro ambiente.

La ubicación también es importante
Si, la Av. Country se ha convertido en un buen punto de referencia, ya no es sólo el centro de Piura a donde acude la gente. Aquí en la esquina han abierto un banco, hay supermercados, es una zona estratégica y sobretodo comercial.

¿Cómo se proyecta “Mango Verde”?
Estamos desarrollando todo un marketing para llevar a nuestro público objetivo que es la gente que viene a Piura a pasar unos días por trabajo, hasta la gente que vive en Piura. Turistas, para todo el mundo.

Algo que me llamó la atención fue ver a esta artista alemana pintando los cuartos
Ella es Sophia una artista, es enamorada de Horst que es arquitecto y es un súper amigo. Ellos me están ayudando. Se han comprometido tanto con el proyecto que lo que hacen lo hacen con muchísimo amor.

Que un artista pinte una habitación le da un valor agregado… eso es importante
Definitivamente. Las personas que hemos hecho este proyecto casi lo hemos hecho a mano. Es como que… es diferente comerse una torta hecha en tu casa que comprarse un queque comprado en la esquina. Creemos en la sutileza. Creemos que sutilmente vamos a compartir eso con nuestros huéspedes.

¿Qué la motiva?
Es cuestión de hacer bien las cosas, no puedes hacer un proyecto así por así. Tienes que pensarlo bien, querer hacer las cosas bien.

Amigos y socios
Mónica no hubiese podido iniciar este proyecto sola, sino fuese por la ayuda de sus incondicionales amigos Horts Brunner Collazos (gerente administrativo) y su novia, Sophia Apelt que dejaron atrás su vida en Alemania para venir a Perú para ser parte de “Mango Verde”. Pese al sofocante calor de Piura, ambos están contentos de su obra de arte. “Es el resultado de ese sincretismo al que queríamos llegar”, indica Horts.

LA FICHA
NOMBRE: Mónica Sebastiani Vargas
CARGO: Gerente general “Mango Verde” bed and breakfast
UBICACIÓN: Av. Country 248 Santa Isabel - Piura
HABITACIONES: 13
WEB:
www.mangoverde.com.pe